Cómo criar hijos exitosos

Key Kuzma y Kari St. Clair dicen: “Los niños son altamente impresionables. Llegan a ser lo que ven, oyen y viven. Durante los primeros siete años se formarán sus hábitos fundamentales para toda la vida. De ahí la importancia de aprovechar al máximo su potencial, serán lo que usted haga de ellos” (Los primeros Siete Años, APIA, Febrero 2009).
Estos años son decisivos para hacer de los hijos una bendición para Dios, para la familia y para la sociedad. Es en esta etapa donde se forma el carácter y, por lo tanto, debiéramos dedicar un tiempo de calidad para formar sus mentes tiernas y dispuestas. Hay tres cualidades que debiéramos cultivar, especialmente antes de que los niños comiencen a razonar:
1. La obediencia
“Una de las primeras lecciones que necesita aprender el niño es la de la obediencia. Se le debe enseñar a obedecer antes que tenga edad suficiente para razonar” (La Educación, pág. 279).
2. El dominio propio
“... la primera lección que debe enseñársele es la del dominio propio; porque ninguna persona indisciplinada y testaruda puede esperar tener éxito en este mundo o recompensa en el venidero”. (Pacific Health Journal, Mayo de 1890).
3. El respeto
“Nunca debe permitírseles que manifiesten falta de respeto hacia sus padres. Nunca la terquedad se debe dejar sin reprensión. El futuro bienestar del niño requiere una disciplina bondadosa, amante, pero firme” (Consejos para los Maestros, pág. 86).
Estos tres valores deben ser inculcados con mucho amor, pero con mucha firmeza. Desde muy temprano los niños y niñas tratan de tomar el control en el hogar porque saben que sus padres los aman mucho. Pero si de verdad los amamos, debemos trabajar incansablemente para que ellos aprendan estas virtudes del carácter. Un hijo o una hija que aprendan a obedecer, a dominarse y a respetar tendrán un buen porcentaje del éxito asegurado. Los náufragos humanos de hoy, llegan a desperdiciar sus vidas porque no tienen control de sí mismos y quieren vivir vidas independientes, sin rendirle cuentas a nadie. Además de estos valores, es importante agregar las tres instituciones que forman a nuestros hijos a lo largo de su crecimiento, ellos son: El Hogar, el colegio y la iglesia. Dios le guíe en su mayor empresa: Criar hijos bien para la gloria de Dios.